Trabajador: Hello
Yo: Busca señal
que no te oigo bien.
Trabajador: Quién
es?
Yo: Soy yo el
demonio.
Trabajador: Ahh,
dímelo jefe.
Yo: Atiende a lo
que te voy a decir…
Trabajador: Que
pasó está todo bien?
Yo: Mira tú sabes los chiquillos a los que yo les suelto los
ladrillos, ellos son tres hermano y desde Enero lo de ellos es la rumbadera y
uno preocupado por ellos, para sacarlos de la calle, para que no cojan tráfico,
los mete uno para aquí abajo para que no estén dándoles en la cara el Sol para que
boten el calentón y ellos siempre haciendo las cosas mal.
Si son hombres para una cosa tienen que ser hombres para otra,
y uno buscando educarlos de vez en cuando pero tú sabes hay que dejarlos que
toquen el piso. Siempre descuadraos, siempre perdiendo pistolas, pero como
saben que uno está aquí, cuando hacen dinero no son capaces de comprarse una
pistola… pues por ahí mismo los vamos a empezar a enderezar.
El que no compre pistola no tiene pistola, ya yo regalé las
que iba a regalar, pero tú sabes cómo son las cosas, después de un tiempo lo
empiezan a ver a uno mal, y uno di que con cariño haciéndose el de la vista
gorda, pero ellos empiezan a bajar para otros combos, diciendo que uno no
brega y que uno no ayuda…
Pero Vo, si ellos no se dejan ayudar qué quieren, que los
cargue? Qué me están dando a entender, que se me van a virar? Hombre no, yo no
estoy para este frío y caliente, aquí en mi caserío blanco o negro, los grises
se mueren, la ignorancia es grande bebo, y el que va a romper nunca habla.
Hazme un favor, yo me voy mañana y viro el viernes, voy a
subir con las nenas para allí arriba a bajar un par de Euros y antes que vire,
ellos viven en casa del tío, que le metan a cualquier hora papi, le levantas el
piso a los tres, que si explota una guerra yo cubro, que cuando yo llegue como
quiera voy a coger las cosas de la funeraria porque…